¿Estaremos midiendo mal nuestra vida?

Son tiempos distintos. Siempre me llamó la atención como las personas medimos nuestra vida, algunos apresurados por terminar su carrera universitaria, otros por tener hijos, otros por conseguir pareja y otros inclusive sienten que toda su vida está atrasada. La verdad, yo opinaba igual… quería hacer todo rápido, me fijaba que los de mi camada no me dejen atrás, después tomé algunos otros referentes para medir mi vida; hasta que un día me di cuenta de que el único referente para medir mi vida soy yo. Pero no me fue suficiente, seguía sintiendo que podía ir más rápido así que me puse a reflexionar en el ¿Qué nos lleva a querer medir nuestra vida? La primera respuesta fue rápida, medimos nuestra vida por el tiempo. La cuestión siguió en intentar definir que era el tiempo, pero es raro definirlo porque encontraba una respuesta matemática (horas, minutos, segundos, etc) o no encontraba respuesta porque era muy subjetivo. El tiempo es diferente para cada uno, es como si las horas pasaran distinto para cada persona, además, el stock de horas de vida era incuantificable porque algunos tienen mas y otros tienen menos.

El único referente para medir mi vida, soy yo.

Bueno, demasiado filosófico todo, pero seguía sin responderme mis cuestionamientos. ¿Qué nos lleva a querer medir nuestra vida? La respuesta cambió. Lo que nos lleva a querer medir la vida es la falsa ilusión que tenemos de poder cuantificar nuestro stock de horas, lo cual nunca vamos a poder hacer. Además, esa falsa ilusión no es otra cosa que miedo; miedo a quedarnos sin stock, miedo a que se nos termine la vida. Algunos van a continuar leyendo, otros dirán que estoy demasiado cursi/filosófico. Pero hay algo que me gusta de la filosofía y es que va de la mano de animarse a encontrar respuestas que otros no se animan. No les voy a decir que encontré la forma de aumentar nuestro stock de vida, pero si encontré una propuesta para hacerles con algo que a mí me funcionó.

Mi propuesta viene de la conclusión de que estamos utilizando la unidad de medida equivocada (el tiempo), porque nos produce una falsa ilusión de poder cuantificar algo imposible ya que conocemos su principio, pero no su final.

Lo que yo propongo es que midamos nuestra vida en la calidad con la que la vivimos. Parece simple pero no es tan así, la calidad también es subjetiva, pero uno la puede percibir de mejor manera, mientras que el tiempo muchas veces se nos pasa sin darnos cuenta.

¿Cómo podemos medir nuestra calidad de vida? Y bueno, primero tenemos que identificar cual es la vida que deseamos vivir, después tendremos que ver con que recursos contamos para ello, es decir ¿Con qué herramientas contamos ahora para vivir la vida que deseamos? Una vez que hayamos identificado lo anterior toca la parte más difícil, el día a día. En esta parte yo fracasé muchas veces, días en los que me dejaba guiar por el tiempo y no por la calidad, entonces me diseñé una planilla de hábitos que me sirvió para poder hacer un seguimiento de mi calidad de vida. Suena complicado, pero no reinventé la rueda, es una planilla muy simple que la pueden descargar haciendo clic aquí. ¿Vieron que es muy simple? Bueno, cuando la empiecen a utilizar (ojalá que así sea) se van a dar cuenta del poder que tiene. Seguramente les dure unos días la cuestión, pero no abandonen, controlar nuestra calidad de vida nos lleva a vivir una vida plena, sin miedos innecesarios y rodeados de los que queremos.

Muchas gracias por haberse quedado leyendo mi reflexión, ahora déjenme decirles algo… cuando yo empecé y llegaba al punto en que comenzaba a dejar de controlar mi calidad de vida, había una sola pregunta que me hacía volver a mi lugar y que les recomiendo que se la hagan:

¿Cuánta calidad le queda a tu vida?

Por Leandro Fernández

Coach Empresarial
InstagramLinkedIn | Contactame